Eso es lo que me pregunto cada día y que me cuesta encontrar una única respuesta a la misma, debido a que cada vez que trato de contestarme, se me vienen miles de ideas a la cabeza; como por ejemplo: valores, normas de convivencia, respeto, aceptación, adaptación al medio en el que vivimos, empatizar, construir, aprender, transmitir,servir de guía, actuar como mediador, amor, cariño, ayuda, formar personas que piensen, razonen, se formulen hipóteis, reflexionen, analicen y no sean simples receptores de información ni loros que repiten todo lo que les digo sin pensar, transmitir conocimientos de forma clara y sencilla, adaptándonos a sus necesidades y momento evolutivo, etc.
ABC lo define como:
Educar se refiere a la actividad a través de la cual se podrá desarrollar las facultades intelectuales y morales de un individuo.
Aunque no únicamente entonces educar será enseñarle a un niño cuanto es 2 + 2 o cual es la capital de Francia y a cual de los continentes pertenece esta, sino que además educar puede ser dirigir, adiestrar e instruir a alguien con respecto a cuestiones que nada tienen que ver con los saberes y la ciencia, por ejemplo, educar a alguien sobre cómo superar obstáculos en la vida o sobre cuáles son aquellos comportamientos que rozan la mala conducta y cuales son aquellos que habrá que seguir si se quiere ir por el camino de la corrección y la gentileza.
Otras definiciones que he encontrado son:
La educación puede definirse como el proceso de socialización de los individuos. Al educarse, una persona asimila y aprende conocimientos. La educación también implica una concienciación cultural y conductual, donde las nuevas generaciones adquieren los modos de ser de generaciones anteriores.
Educación viene del latín "educere" que significa 'sacar, extraer', y "educare" que significa 'formar, instruir'. En su sentido más amplio, la educación se entiende como el medio en el que los hábitos, costumbres y valores de una comunidad son transferidos de una generación a la siguiente generación. La educación se va desarrollando a través de situaciones y experiencias vividas por cada individuo durante toda su vida.
Estas son solo algunas definiciones que encontré, pero todas se me quedan incompletas.
Por eso decidí pedir ayudar a todos los niños que tengo a mi alrededor, porque muchas de las definiciones que encontraba, se me quedaban incompletas.
Algunas de las respuestas que me dieron son las que podemos ver a continuación:
Estas son solo algunas de las respuestas que me han dado los niños. Como podemos observar, dependiendo de la edad y la madurez tanto mental como fisiológica, cada niño concibe la educación de una manera. Pero estas hipótesis que formulan ellos no son las únicas respuestas ni la acertada o incorrecta. Realmente para responder a esta pregunta harían falta muchas respuestas posibles, porque creo que no hay una única respuesta para la misma.
Yo, cuando pienso en educación, se me vienen a la cabeza multitud de ideas, conocimientos y conceptos que nos han ido enseñando en la carrera y que he podido apreciar y observar durante las prácticas y con los niños a los que doy clases y cuido.
Algunas frases que explican lo que es educar son las siguientes:
Una compañera de clase a la que se lo pregunté me dijo lo siguiente:
Una
amiga estudiante de magisterio hace tiempo me preguntó ¿qué es educar? Lógicamente yo como maestra me quedé
pensativa y dije “lo único claro que tengo, es que educar es algo mucho más que
transmitir conocimientos”
Según la RAE
educar es:
¿Doctrinar? Yo planteo situaciones para pensar, para
despertar el interés, la conciencia crítica, no cuento una cosa para que
ciegamente crean en ello, por lo tanto creo que esta definición no me vale. No
estoy nada de acuerdo.
Como maestra para mi educar es guiar, mediar, ayudar a
desarrollar sus destrezas, sus aptitudes. Ser capaces de transmitir respeto,
tolerancia…
No me sirve de nada que mis niños sean muy listos si luego se
comportan como monitos sin ningún tipo de respeto hacia los demás.
¿Cómo educar en valores?
¿Cómo educar en valores?
Educar en valores no es más que una manera bonita de decir que a los niños hay que darles una educación.
Educar a un niño no significa llevarlo a un lugar donde le proporcionen educación, es decir, al colegio, sino ser nosotros los padres los que le enseñemos lo que es la vida, lo que la gente espera de nosotros, lo que podemos esperar de la gente y lo que puede suceder si hacemos aquello que no nos gustaría que nos hicieran.
El colegio debería ser el lugar donde los niños van a aprender y no el lugar donde además de aprender cosas tienen que aprender a comportarse. Siendo así, gastan gran parte del tiempo en educar a nuestros hijos, en hacer nuestro “trabajo”, y ese es un tiempo que podrían estar utilizando en cosas mucho más constructivas y enriquecedoras.
Lo primero a tener en cuenta es que los niños son, en cierto modo, el reflejo de lo que nosotros somos. Dice una sabia frase que “educar es todo aquello que hacemos cuando no estamos educando”, que viene a decir que los niños aprenden mucho más de lo que ven que hacemos que de lo que les decimos que tienen que hacer.
Sólo por el hecho de convivir con nosotros, sólo por el hecho de estar con nosotros mientras nos relacionamos con otras personas, mientras solucionamos problemas, mientras argumentamos, mientras actuamos responsablemente, etc., ellos van asimilando cuál es nuestro sentido de la responsabilidad, cuáles son nuestros valores y, algo muy importante, cuán consecuentes somos con lo que predicamos o hasta dónde llegamos a la hora de defender nuestras creencias.
Lo segundo que puede ayudar a educar (en valores) a un niño es tener claro que no podemos exigirle que esté de acuerdo en todo lo que le decimos. Nuestra misión no es llenarles de opiniones y contenidos como si fueran un libro en blanco y esperar que los interioricen y actúen en base a ello, nuestro objetivo tiene que ser simplemente ayudarles a pensar, explicarles las cosas de manera sencilla y clara, de manera que entiendan nuestras motivaciones y las razones que hacen que actuemos de un modo determinado para que ellos entiendan qué hay detrás de cada acto. Es más importante que entiendan por qué respetamos a los demás y por qué tratamos de ser buenas personas que no que sepan, simplemente, cuáles son los actos que están bien o mal.
Para ello es recomendable hablar, hablar mucho con ellos. Preguntarles, dialogar sobre nuestra manera de ser y actuar, querer conocer sus opiniones y buscar sus argumentos a favor y en contra de lo que hacemos. Si los niños ven que nuestras acciones son consistentes, si ven que somos consecuentes con nuestras palabras, si ven que somos respetuosos, sinceros y honestos, y si entienden por qué lo hacemos, es muy probable que acaben actuando del mismo modo. Si en cambio ven que nuestras palabras se las lleva el viento, que pedimos a los demás que hagan lo que les decimos, pero no lo que hacemos, si mentimos, si nos ponemos la chaqueta que más nos convenga según el momento, no siendo consecuentes con la chaqueta que elegimos un buen día llevar para siempre, ellos lo notarán y perderemos autoridad como padres y educadores. Quizás hasta nos reprochen nuestro modo de hacer las cosas y se distancien aún más.
Y lo tercero que debemos tener en cuenta es que el camino no es fácil, que no somos perfectos y que nuestros hijos tampoco lo serán. En ocasiones lo haremos mejor y en otras peor. Lo importante y lo que ayuda a crecer (a los niños y a nosotros mismos) es ser capaces de poner en relieve nuestras carencias para mejorar. Podemos explicarles honestamente que nos hemos equivocado en algo, podemos pedir perdón, podemos fijar como objetivo hacerlo mejor la próxima vez y podemos explicárselo porque es una buena manera de que vean que ellos también se equivocarán muchas veces y que, si se lo proponen, pueden también tratar de hacerlo mejor.
Páginas consultadas:
- http://www.bebesymas.com/educacion-infantil/que-es-educar-en-valores-y-como-se-hace
- http://www.definicionabc.com/general/educar.php
- http://definicion.de/educacion/
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